FUENTE: Focuspiedra, periódico digital de la industria de la piedra natural.
Los países del centro y norte de Europa, donde se prevé un incremento de la actividad en los sectores de la construcción y rehabilitación, ofrecen buenas perspectivas de negocio para el granito ourensano, sector que posee una importante ventaja competitiva en su capacidad de adaptación a las necesidades del mercado y que responde a las crecientes exigencias de sostenibilidad, tanto en las fases de extracción y producción como en el ahorro energético que reporta el uso de la piedra en la construcción.
Esta es la principal conclusión del estudio realizado por la Cámara de Comercio para la Asociación de Graniteiros de Ourense. Un documento de trabajo cuyo objetivo era identificar los mercados internacionales con potencial para la exportación del granito producido en la provincia. El sector trata de luchar así contra la baja demanda de piedra que se registra tras la caída de la actividad en la construcción y que no se prevé recuperar hasta dentro de tres años.
En este contexto, las empresas perciben la internacionalización como una vía de salida a la notable reducción del consumo interno. Y los graniteros ourensanos no son una excepción.
Conscientes de la fuerte competencia de los principales productores mundiales de piedra como China, India o Brasil, los graniteros de la provincia han querido buscar otros mercados donde colocar su producto.
El objetivo del estudio se centró en Europa, buscando aquellos países donde se prevé un repunte de la construcción y donde se impulsan medidas de eficiencia energética en la rehabilitación de edificios y viviendas. Así se identificaron seis mercados: Alemania, Suiza, Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia.
Pero aun dentro de este grupo se observan diferencias. Alemania y Suiza representan el crecimiento del sector de la construcción con decenas de miles de viviendas en proyecto, mientras que el resto apuestan por la rehabilitación de pisos y edificios, en muchos casos con más de 65 años de antigüedad.
Todos ellos, sin embargo, tienen en común la sensibilidad que muestran hacia la sostenibilidad, ya sea por el desarrollo de medidas que minimicen el impacto ambiental de las explotaciones como por el uso de la piedra como regulador térmico de viviendas y edificios y, por lo tanto, como medio para la reducción de las emisiones de CO2.
La diferenciación, factor clave
Tras analizar todos estos aspectos, el estudio permitió determinar que la diferenciación es el factor clave a tener en cuenta para hacer frente a los grandes competidores. Es decir, para favorecer la entrada del granito ourensano en el centro y norte de Europa es necesario, en primer lugar, que las empresas impulsen el desarrollo tecnológico que les permita exportar productos elaborados y procesados, diferentes del mercado mundial y con mayor valor añadido que la piedra natural en bruto, que aglutina el grueso de las exportaciones.
De hecho, una de las ventajas competitivas del sector en Ourense es su capacidad para adaptarse a las exigencias del mercado, tanto en producción como en tamaño y forma, ya sea por demanda de los profesionales –arquitectos o constructores- o por las necesidades del cliente individual. En este punto conviene tener en cuenta el elevado número de obras domésticas que los habitantes de estos países realizan en sus viviendas y donde la piedra natural puede convertirse en un excelente material alternativo.
En segundo lugar, la importancia que estos países conceden al factor ambiental abre más posibilidades de negocio al granito ourensano gracias a los criterios de sostenibilidad de sus explotaciones, donde se impone el reciclado del agua utilizada para el corte de la piedra, la transformación de los residuos en subproductos o los planes de recuperación de las canteras a los que obliga la ley. Una importante ventaja frente a los grandes productores que desarrollan una minería muy agresiva con el medio.
De hecho, el camino del sector de la piedra natural en Europa viene determinado por la decisión de la Comisión Europea de apostar por la renovación de edificios para hacerlos más eficientes energéticamente y alcanzar en el año 2050 cero emisiones de CO2 en el sector de la edificación; un medio también de impulsar la construcción en la Unión Europea. Los expertos calculan que el 40% de la energía primaria que se consume en el continente en los edificios se destina a calefacción y electricidad y, de ese porcentaje, el 85% a calefacción y agua caliente.
El estudio, que a través de más de 150 páginas analiza el contexto mundial en el que se mueve este sector, la situación socioeconómica y las previsiones de esta actividad en los países objetivo, así como su futuro en eficiencia energética, servirá ahora de base para decidir los siguientes pasos a dar en la promoción internacional del granito ourensano.