Acabados
- El tipo de piedra. En nuestro caso granito, aunque dentro del granito, tenemos muchas variedades y no siempre todas las variedades aceptan todos los acabados.
- El uso que le vamos a dar. Es evidente que, por ejemplo, un muro de contención no llevará el mismo acabado que un planchón para encimeras.
- La ubicación. Básicamente, se diferencia interior y exterior; teniendo en cuenta después factores como la humedad o temperatura a la que serán sometidos.
A continuación se muestran los diferentes acabados que podemos dar al granito:

Abujardado
El abujardado es uno de los acabados más tradicionales; es un acabado rústico. Se aplica golpeando repetidas veces con una bujarda que va punteando y labrando la superficie de la piedra hasta dejarla con la textura deseada. Esta bujarda, manual o neumática, presenta diferentes números de dientes en proporción inversa al grado de rugosidad deseado.

Apomazado
El apomazado es un acabado que se consigue mediante la abrasión con piedra pómez (de donde toma el nombre de apomazado), u otro abrasivo similar, con un procedimiento parecido al que se realiza para el pulido, pero sin llegar al brillo; de esta manera la superficie queda lisa pero completamente mate, por tanto el apomazado es el paso previo a conseguir el brillo; se aplica en piedras compactas, con un grado mínimo de dureza.

Arenado
Se llama arenado al impacto de arena sobre la superficie que se desea tratar. Aunque suele ser utilizado para eliminación de óxidos o pinturas en mal estado, en nuestro caso es utilizado como acabado superficial de revestimientos. Es un acabado rústico, también llamado granallado, rugoso y fino que permite entre otras cosas, redondear aristas.

Serrado
El serrado de la piedra deja la superficie de esta muy plana, bastante lisa, pero con cierto aspecto áspero, notándose ligeros surcos y ondulaciones paralelas y rectas dejando ver la dirección que ha seguido el serrado de la pieza.

Partido
El acabado partido o rachado (en galego), es un acabado que presenta el aspecto natural del corte de la piedra al abrirla de forma manual con cuñas, aunque hoy en día este proceso tambien se realiza con maquinaria hidráulica que rompe la piedra mediante la presión de unas cuñas alineadas.

Flameado
El flameado podríamos decir que se trata de un acabado exclusivo del granito, dejando una superficie muy rugosa, de aspecto vítreo con una tonalidad más viva que el serrado pero sin llegar al contraste que conseguimos con el pulido. El flameado es un tratamiento térmico efectuado a alta temperatura en la superficie de las rocas graniíticas, aplicando sucesivamente una llama con 45º de inclinación, mediante una serie de mecheros, sencillos o múltiples, de oxiacetileno que consiguen alcanzar una temperatura de 2800ºC.

Pulido
El acabado pulido es el más lustroso. La superficie queda totalmente plana, lisa, brillante, con los granos acusados y el tono algo oscuro y contrastado, exaltando al máximo el color. Dado que se trata de un acabado denominado de poro cerrado, le otorga a la piedra una mayor resistencia al ataque de agentes externos, además pueden aplicarse tratamientos superficiales que proporcionan una mayor protección.